Después de 18 años de continuas aplicaciones, México suspende sin explicación la edición 2021 del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) que realiza la OCDE a más de 80 países.
PISA es una encuesta trienal de alumnos de 15 años que evalúa hasta qué punto han adquirido los conocimientos y habilidades esenciales para la participación plena en la sociedad. La evaluación PISA se enfoca en las áreas escolares centrales de lectura, matemáticas y ciencias.
En PISA 2018 (última versión), los estudiantes mexicanos obtuvieron un puntaje bajo el promedio OCDE en lectura, matemáticas y ciencias. En México, solo el 1% de los estudiantes obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos (nivel 5 o 6) en al menos un área (Promedio OCDE: 16%), y el 35% de los estudiantes no obtuvo un nivel mínimo de competencia (Nivel 2) en las 3 áreas (promedio OCDE:13%). México ocupa el último lugar de los 38 países asociados a la OCDE.
Copase opina que es un error grave dicha decisión y de gran preocupación ya que, los actores externos (padres de familia) del sistema educativo nacional pierden el derecho en conocer los resultados y los parámetros comparable a nivel internacional y sobre todo el impacto que tuvo la pandemia en el nivel de competencias y habilidades de los alumnos mexicanos mayores de 15 años.
La suspensión del programa PISA no nos permite identificar áreas prioritarias que se deben atender, analizar nuestras políticas y prácticas, trazar una ruta hacia adelante y tomar decisiones para garantizar el derecho a aprender de cada niño y joven mexicano.
Aunado a lo anterior, la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, la cancelación definitiva de las pruebas de evaluación docente para su permanencia en base al mérito y desempeño y la falta de apoyos con recursos públicos federales a 12 programas educativos para el ejercicio 2021 (escuelas de tiempo completo, capacitación docente, evaluación, etc.), son decisiones erróneas y vienen a agravar más el, ya de por sí, desastroso panorama nacional.
COPASE demanda a las autoridades educativas informe a la mayor brevedad a los padres de familia y a la sociedad mexicana cual es motivo de tal suspensión o si implica la salida total del programa.
COPASE asegura que, mientras México sigue más lejos, el mundo avanza a paso acelerado y no espera. Vamos de mal a peor.
COPASE reafirma su compromiso de seguir colaborando con el gobierno estatal y los actores sociales para impulsar una reforma real, estructural y efectiva en la educación de B.C.